Ciencia y Vida

jueves, diciembre 11, 2008

CIENCIA Y ENTRETENIMIENTO


“La lluvia tropical caía formando grandes láminas que mojaban hasta el tuétano,…” Así empezaba el prólogo de Parque Jurásico. Recuerdo muy bien que cuando Fernando Savater escribió la crítica sobre la novela de Michael Crichton en las navidades del 91, acababa diciendo: “si usted tiene dos pares de pantalones venda uno y cómprese este libro. Aquella novela la devoré en un par de noches. Su autor, lamentablemente, falleció el mes pasado a causa de un cáncer. Aún no se puede clonar a los dinosaurios pero quien sabe lo que nos espera.
Estos días dos publicaciones científicas me transportaban de nuevo al mundo de “Parque Jurásico”. La primera fue el desciframiento parcial de la secuencia del genoma del mamut (Mammuthus primigenius) a partir de fragmentos de ADN obtenidos de restos capilares congelados encontrados en Siberia. La segunda, la clonación de ratones que habían sido mantenidos congelados en el laboratorio durante más de 15 años a partir de algunas de sus células. Vaya!, esto sí que da para otra novela, en la que quizá, alguna especie de homínidos clonados pudieran tener una segunda oportunidad de sortear la evolución.
Las buenas películas, tanto de ciencia ficción como de cualquier otro género, son tanto más buenas cuanto más convincentes son sus argumentos. Recientemente el mundo del espectáculo de Hollywood ha decidido establecer puentes con la comunidad científica a través de un programa de intercambio denominado SEE (Science & Entertainment Exchange). ¿Se imaginan juntos a Premios Nóbel y directores de cine hablando del cambio climático, robótica o enfermedades infecciosas?. La primera reunión, celebrada recientemente en un espectacular rascacielos cerca de la meca del cine, como resaltaba la revista “science”, puede ayudar a que el negocio de convertir sueños en realidad tenga, ciertamente, una base más real. Sigamos, en cualquier caso, soñando e inventando el futuro desde el subsuelo siberiano.